lunes, 13 de enero de 2014

El Sepulcro se traslada al Císter el 25 de Enero.

El pasado 20 de Mayo, los hermanos del Santo Sepulcro, se reunieron en Cabildo de Hermanos y aprobaron la decisión de trasladar a sus Sagrados Titulares a la Abadía de Santa Ana.

Tras un largo tiempo de espera, la hermandad del Santo Sepulcro, ya ha dado a conocer la fecha en la que sus titulares abandonen la Parroquia de los Santos Mártires, para trasladarse al Convento del Císter.
El traslado tendrá lugar el 25 de Enero a partir de las 18:00 horas. Comenzará con una misa en los Mártires y una procesión claustral en la que visitará las capillas de dicho templo.
El traslado se hará por el recorrido mas corto: Santa Lucía, Granada, Duque de la Victoria y Císter.

En mi opinión, este cambio de sede, favorece a la Cofradía del Santo Sepulcro, al igual que al Convento del Císter que lleva años cerrados. Con este cambio de sede, al ser un pequeño convento, se conseguirá una mayor solemnidad que en los Mártires, ya que es un templo grande en el que varias Cofradías tienen su sede. Esto también favorece al convento que volverá a abrirse tras permanecer un largo tiempo sin hacerlo, y al dar cobijo a una cofradía señorial de Málaga, se visitará a menudo y permanecerá mas horas abierta al publico.

En esta nueva sede, las imágenes ocuparán el altar mayor, siendo la Virgen colocada en una hornacina, y el señor a sus pies, lo que dará la impresión de que de la dolorosa de mirada baja y rostro torcido, mira a su hijo yacente.

La Cofradía que pasará a pertenecer a la Parroquia de Santiago, baraja la idea de que sus titulares sean trasladados a la Parroquia de Santiago para celebrar un triduo de Cuaresma. Esto nos permitiría ver al Señor del Santo Sepulcro y a su madre de la Soledad, en el marco de un nuevo templo.
En el caso de que esto se llevase a cabo, la Cofradía realizaría tres traslados al año, el de ida hacía la Parroquia de Santiago para su Triduo, el de vuelta que llevaría a los titulares a su casa-hermandad para la salida procesional, y un tercero de regreso a su capilla del Císter tras la Semana Santa.